21 de diciembre de 2007

El Partenón, víctima de los avatares de la historia.

El fabuloso Partenón de la Acrópolis de Atenas fue dedicado a la diosa Atenea Partenos. Construído entre los años 447 y 432 aC., es considerado una de las obras arquitectónicas más bellas del mundo. Así y todo, a lo largo de la historia se vio envuelto en contiendas y ataques por parte de los invasores de turno, que lo llevaron casi a su destrucción.

En el siglo V dC. durante el Imperio Bizantino, se le realizó modificaciones internas de tal manera que el interior del Partenón ya no fue el mismo. También el techo sufrió numerosos cambios con respecto al original.

Hacia el año 1208, los duques francos instalados en el lugar añadieron un campanario junto a su entrada occidental, y lo transformaron en una iglesia católica.

Bajo la dominación turca, doscientos cincuenta años después - hacia 1458 - al Partenón se le agregó una mezquita. Pero lo peor llegaría en el año 1687, cuando en la guerra entre los turcos y la república marítima de Venecia, un proyectil de los venecianos dió en medio de la mezquita. El problema fue que ése era el lugar en el que los turcos almacenaban pólvora, lo que provocó el derrumbe de catorce columnas, además de la total destrucción del interior y daños en las esculturas de toda la estructura.

Y como si fuera poco, hacia fines del siglo XIX, el embajador británico en Constantinopla, lord Elgin, trasladó buena parte de las esculturas del Partenón a Inglaterra. Allí las vendió al Museo Británico, donde todavía reposan y conforman una de las atracciones principales del museo. Y así es como hoy en día Grecia reclama - con justo derecho - la devolución total de su patrimonio cultural.

18 de diciembre de 2007

Luna de Miel...

Muchas tradiciones actuales tienen su origen en antiguas costumbres de diferentes pueblos. Por ejemplo, cuando una pareja se va de "luna de miel" seguramente no sepa que en verdad, ésa es una frase cuyo origen se remonta a una vieja tradición... a veces asiria, otras babilónica o también romana.

Algunos lo sitúan en el imperio asirio del año 2000 aC. Al desposarse dos jóvenes, el padre de la novia les obsequiaba toda la cerveza de miel que se podría beber en el período de un mes, es decir, el tiempo que la luna tarda en aparecer nuevamente como luna llena.

Pero en Roma también existía una costumbre parecida, quizás producto del contacto con la mesopotamia de medio oriente. La madre de la mujer desposada les regalaba, todas las noches a lo largo de un mes (o una luna), una tinaja con hidromiel, bebida que estaba fuertemente asociada a la fertilidad.

De estas desconocidas y antiquísimas tradiciones, ha llegado a nuestros días la costumbre de la luna de miel.

17 de diciembre de 2007

Los enigmáticos Reyes Magos.

Melchor, Gaspar y Baltazar. Según la tradición, a lomo de camello los tres que siguieron la estrella de Belén para llegar al nacimiento de Jesús son un ícono de la navidad. Pero en los últimos años, muchas investigaciones han dado luz sobre su identidad...

Para empezar, en la Biblia no se menciona que eran reyes - y mucho menos magos - sino que eran unos sabios llegados de Oriente. En el evangelio según Mateo, los sabios a los que se hace alusión podrían haber sido sacerdotes del zoroastrismo, religión oficial por ese entonces de Persia.

También, en los viajes de Marco Polo, el protagonista insiste en que le fueron mostrados los cuerpos embalsamados de los tres reyes magos. Esto habría sucedido en Saveh, ciudad al sur de Teherán, la capital de Irán. Según Paul Roberts, autor del libro "En busca del nacimiento de Jesús", en la ciudad de Saveh circula un viejo cuento sobre sacerdotes-sabios persas que partieron hacia la tierra de Israel, al encuentro de un niño especial.

La tradición afirma que, luego de la muerte de Jesucristo, fueron bautizados y consagrados obispos. Una vez muertos, fueron llevados a Constantinopla y de allí, Federico I Barbarroja los trasladó a Colonia. En la catedral de esa ciudad, de hecho hay un calendario de santos, cuyo obituario reza que Melchor murió a los 116 años de edad, mientras que Baltazar lo hizo a los 121. Finalmente, Gaspar conoció su fin a sus 109 años. Siguiendo con esta tradición, sus restos se hallarían dentro de un sepulcro de oro, detrás del altar.

Otra leyenda nos dice que los reyes magos en verdad fueron cuatro y no tres. El nombre del cuarto era Artabán, pero carece de fundamento bíblico. Los ortodoxos armenios consideran que fueron doce, pero tampoco se los menciona en la Biblia.

Así y todo, la verdad todavía no se conoce. Está bajo un manto de misterio que hace, de los Reyes Magos, uno de los enigmas más fascinantes de la sagrada Biblia.