4 de octubre de 2007

Zaitsev, héroe ruso de la 2da. Guerra Mundial.

En el verano de 1942, la imparable avanzada de la Wehrmatch alemana se encontraba en la ciudad de Stalingrado, en plena Operación Barbarroja. La tenaz resistencia del ejército ruso provocaba un gran desgaste, a lo que los alemanes no estaban acostumbrados.

Dentro de este marco, Rusia alentó y fomentó a los francotiradores. Aquel que llegaba a las 40 bajas recibiría la medalla al valor y beneficios de los que no todos los soldados gozaban. Los oficiales alemanes y los observadores de la Luftwaffe (fuerza aérea alemana) eran los blancos más buscados por los soviéticos.

Los francotiradores rusos desarrollaron técnicas que actuaban como cebo para los soldados alemanes. Una de ellas, del tirador ucraniano Kovbasa, consistía en un sistema de banderas blancas en trincheras vacías. Por medio de una soga, Kovbasa movía las banderas blancas en señal de rendición, haciendo que los alemanes salieran de sus escondites. Desde una posición oculta, el soviético terminaba su trabajo.

El tirador más famoso fue Vassili Zaitsev. Tuvo en su haber 149 bajas, llegando a ser condecorado por el Ejército Rojo. Según algunas fuentes, se enfrentó en duelo durante tres días con el jefe de la escuela de francotiradores alemana, el Coronel Heinz Thorwald. Dichas fuentes carecen de veracidad, tanto en los archivos rusos como en lo alemanes, tratándose quizás de una propaganda soviética. Pero la historia y el folklore tejidos alrededor de Zaitsev son sumamente interesantes.

Thorwald permaneció oculto en un pozo, detrás de láminas de zinc, abatiendo a gran número de soldados rusos. Tras tres días de mutua vigilancia, Vassili creyó encontrar el escondite del alemán; para ello, el ayudante del ruso alzó un casco provocando que el coronel alemán abriera fuego. Más tarde, éste asomó la cabeza para poder comprobar que había abatido a su rival y Zaitsev le atinó un disparo en la cabeza.

Vassili Zaitsev prestó servicio hasta enero de 1943. Habiendo finalizado la guerra, se casó y se estableció en la ciudad de Kiev donde murió en 1991.

La mira del rifle de Heinz Thorwald se exhibe actualmente en el Museo de las Fuerzas Armadas en Moscú, como un preciado trofeo. Zaitsev es considerado por su pueblo como uno de los mayores héroes rusos de toda la historia.

3 de octubre de 2007

El antiguo esplendor de los Tracios.

Tracia se extendió a lo largo de la actual Bulgaria, y aún más allá, ocupando partes de Rumania, Hungría, Eslovaquia, Ucrania, Serbia y Grecia.

La región de Tracia era un conglomerado de tribus indoeuropeas que se relacionaban entre sí por su lengua y cultura, pero políticamente rara vez se unificaban. Su expansión se dio entre el tercer milenio aC. y el siglo III dC.

Sus historias son parte del olvido; se han perdido y sólo sobreviven fragmentos de estas historias en antiguos textos griegos y romanos. Una de ellas nos revela que los temidos guerreros y diestros jinetes tracios combatieron a los griegos en la Guerra de Troya. También en tiempos de Alejandro Magno, el conquistador contó con guerreros tracios en sus filas, después de que su padre Filipo II de Macedonia subyugara Tracia, en el año 357 aC.

Entre los siglos V y III aC. era costumbre la construcción de sepulcros en los que, junto al gobernador fallecido, sepultaban hermosos objetos de oro y plata, excelentemente trabajados a mano. En el año 73 aC. un tracio pasó a la inmortalidad al ser el cabecilla de una rebelión de esclavos contra los romanos. Su nombre fue Espartaco.








El fin de los tracios llegó cuando la región pasó a formar parte del Imperio Romano, convirtiéndose en provincia. A partir del siglo VI de nuestra era se produjo la invasión Eslava, desmoronando lentamente a la cultura tracia.

2 de octubre de 2007

La división del Imperio Romano.

Sabemos perfectamente que Roma dividió su imperio en dos: Imperio Romano de Oriente e Imperio Romano de Occidente... pero porqué?

Desde antes de la muerte de Cómodo, emperador desde el 180 hasta el 192 dC., el Imperio se veía sumido en disputas y guerras intestinas. Septimio Severo reclamó el trono en el año 195, inaugurando la dinastía de los Severos, que duró cincuenta años.

Pero éstos se mostraron incapaces de resolver los problemas del imperio. Aumentaron el poder de las legiones sobre el poder civil y como era predecible, en el 235 Severo Alejandro, el último de esa dinastía, fue asesinado por sus tropas. Esto sumió a Roma en una nueva crisis institucional, llegando a tener 15 emperadores en el siguiente medio siglo. Todos resultaron ser asesinados. El único que llevó un poco de paz entre tanta sangre derramada fue Aurelio, en un período que va del 270 al 275 dC.

Diocleciano ascendió al trono en 284, y ante la necesidad de regular el caos intestinal que reinaba en el Imperio, creó la forma de gobierno conocida como Tetrarquía. La misma constaba de dos co-emperadores (Augustos), y debajo de ellos, dos vice-emperadores (Césares). Los Césares estaban sometidos a las órdenes de los Augustos, y los sucederían a su muerte. La tetrarquía no sobrevivió a la muerte de Diocleciano y nuevamente el caos y el descontento se hicieron presentes.

En el 324 dC. asciende al trono imperial Constantino que lleva a cabo dos importantísimos cambios: convierte al cristianismo en la religión oficial del Imperio y, la que tiene que ver más intimamente con este artículo, ordenó construir una "nueva Roma" en la ciudad de Bizancio (actual Estambul) y la llamó Constantinopla. La ciudad provocó aún más la separación del imperio, y pasó a ser el centro administrativo e institucional del Imperio.

El emperador Valentiniano en el año 364 dio el Imperio de Oriente a su hermano Valeno y treinta años después, Honorio hace oficial la división. Toma para sí mismo la parte occidental y le cede a su hermano Arcadio la parte oriental.

Durante el siguiente siglo Roma sufrió incesantes invasiones. Alarico y sus visigodos procedentes de Germania saquearon Roma durante tres días. Los bárbaros también invaden a partir del año 406, empujados a su vez por los hunos de Atila, provenientes del corazón de Asia. Odoacro, jefe de los hérulos - oriundos también de Germania - depone al último emperador de occidente - Rómulo Augústulo - y se declara rey de Italia en el 476 dC.

El Imperio de Oriente sobreviviría como Imperio Bizantino hasta 1453, año en el que cae en poder de los turcos otomanos... casi mil años después de su hermano occidental.