10 de agosto de 2007

El primer científico moderno.
El 22 de junio de 1633 se emitió la sentencia de la Inquisición a Galileo Galilei, condenándolo a pasar el resto de su vida preso. Su teoría, el heliocentrismo, que situaba al Sol como el centro del universo hasta ese momento conocido, generó una gran controversia en contra de la idea apoyada por la iglesia de que el centro del universo era la tierra. El postulado de Galileo, reforzaba la idea de Nicolás Copérnico de que la Tierra y los demás planetas giraban alrededor del Sol.

Hombre interesado por casi todas las ciencias de la época, Galileo mejoró el telescopio, descubrió la Vía Láctea y los anillos de Saturno, las manchas solares y los cúmulos de estrellas.

Hacia 1610 observó que Júpiter, el planeta más grande de nuestro sistema, tenía satélites que giraban a su alrededor. Eso lo llevó a publicar sus descubrimientos. Para él, Júpiter y sus lunas son un modelo a menor escala del sistema solar, dando por tierra a nuestro planeta como el centro. Esto fue un durísimo golpe contra el modelo aristotélico, y lo enfrentó con la crema científica de la época... y con la iglesia, por supuesto.

Galileo muere el 8 de enero de 1642, a la edad de 78 años. 350 años después, el 31 de octubre de 1992, el papa Juan Pablo II le rinde homenaje durante su discurso, y reconoce los errores de los teólogos eclesiásticos contemporáneos al sabio.

La Misión Galileo, lanzada a Júpiter por la NASA en 1989, fue un homenaje al "padre de la astronomía moderna".

9 de agosto de 2007

Juana de Arco y la guerra más larga de la historia.
Aunque no se tengan datos cronológicos concretos de otros conflictos bélicos, la Guerra de los 100 Años habría sido la más larga de la historia de la humanidad.

Extendiéndose en realidad por 116 años (1337-1453), fue una serie de conflictos armados entre los reyes de Francia e Inglaterra. Esta guerra fue de carácter sucesorio y feudal, siendo dos causas sus denonantes. La primera, la incertidumbre acerca de quién sucedería a los Capeto, si los Valois o los Plantagenet. La segunda causa fueron las enormes posesiones que los reyes ingleses tenían en Francia y quienes serían sus gobernantes.

Comenzó con escaramuzas francesas en Normandía, territorio bajo poder de los ingleses. Pero en pocos años la respuesta de éstos no se hizo esperar.

Es en el año 1429 que, con ayuda del príncipe Carlos, Juana de Arco libera a la ciudad de Orleáns del asedio inglés. Juana creía haber sido elegida por Dios para liberar a su país del yugo de Inglaterra, que hasta ese momento, llevaba la mejor parte. La presencia de la "Doncella de Orleáns" motivó a los soldados y campesinos, que lograron varios triunfos decisivos. Esto llevó a la coronación de Carlos como Carlos VII.

Sin embargo, los celos y las conspiracines de los altos mandos de Francia surgieron alrededor de Juana. Ellos deseaban ser los protagonistas de las victorias, y no una simple campesina ayudada por la gracia divina, como ellos la consideraban. Así, la entregaron a los ingleses, y juzgada por la Inquisición bajo los cargos de brujería, la condenaron a la hoguera, en 1431.

Casi veinte años después, hacia el 1453, los ingleses habían cedido varios territorios del continente, alzándose Francia con una lenta victoria.

El mito del Ave Fénix.
A lo largo de los años, el Ave Fénix se convirtió en un símbolo de la resurrección física y espiritual, representando el poder del fuego y también de la purificación. Según el mito, tenía el plumaje rojo, anaranjado y amarillo, y habitaba Oriente Medio, India y el norte de Africa.

En la leyenda más difundida, anidaba en el rosal del Jardín del Edén. Cuando Adán y Eva fueron desterrados del Paraíso por un ángel, de su espada saltó una chispa que encendió fuego al ave y a su nido. Sin embargo, por ser la única bestia del Edén que se negó a probar el fruto prohibido, se le concedieron varios dones, como por ejemplo la inmortalidad.

De esta forma - siempre en el campo mitológico - el Ave Fénix obtuvo la capacidad de renacer de sus cenizas. Cuando estaba pronta a morir, ponía un único huevo, que empollaba a lo largo de tres días. Luego, cuando le llegaba la hora, el ave ardía hasta consumirse a cenizas para así resurgir de su propio huevo. La leyenda nos cuenta que este proceso sucedía cada 500 años y, entre otras cosas, dice que sus lágrimas eran curativas.

6 de agosto de 2007

La fascinación por el santo Grial.
Esta copa en las tradiciones representa tanto al vaso con el que José de Arimatea recogió la sangre de Cristo crucificado, como al cáliz de la última cena. Alrededor del Grial se han tejido numerosas teorías y conspiraciones, se han escrito novelas de caballerías, tratados cabalísticos y esotéricos. De esta manera, la copa de Jesucristo se ha convertido en el objeto más buscado y más sagrado de toda la historia.

El mito del Grial como objeto de pureza, misticismo y sacralidad tiene su correlato en la mitología celta... el caldero mágico, dador de poder y sabiduría a quien sea su dueño parece ser un prototipo del primero, que será desarrollado para la posteridad en la literatura del Rey Arturo.

En la literatura artúrica, luego de la muerte de Cristo, un importante mercader de la época - José de Arimatea - recogió su sangre en una copa y la llevó a Britania. Hizo construir la abadía de Glastonbury, lo ocultó allí y fundó la Orden del Grial para custodiar no sólo la copa, sino también la lanza que hirió uno de los costados de Jesucristo.

Algunas centurias más tarde, los caballeros de Arturo emprenderían su búsqueda, fracasando casi todos a excepción de uno. En la novela Perceval o el cuento del Grial de Chrétien de Troyes, es Sir Perceval el triunfador de tal empresa. En el Ciclo de la Vulgata de Gautier Map es Sir Galahad, el único caballero casto y puro. En ambos casos, luego de la visión extasiada de los caballeros, ambos mueren.

Producto (o no) de la imaginería medieval, el Grial fue custodiado también por la orden de los Templarios. Estos, de importantísima participación en las cruzadas, no sólo tuvieron a su cargo uno de los tesoros más grandes y codiciados de la época medieval sino también a la copa sagrada, pero se perdió luego de ser enjuiciados.

Surgida mucho antes de El Código Da Vinci, una vieja teoría considera a María Magdalena como la personificación del Grial, no siendo una copa sino su vientre el contenedor de la sangre de Cristo. La teoría de la descendencia divina llevada a las galias (Francia) por Magdalena da el origen etimológico de Santo Grial: derivaría de la conjunción francesa Sang Real o "sangre real". Sin embargo, esta teoría carece de una demostración basada en pruebas reales.

Este mito, llevado a la música por Richard Wagner en su ópera Parsifal - basada en la novela medieval homónima de Wolfram von Eschenbach, se hizo eco en el pensamiento de Adolf Hitler, quién ordenó a Heinrich Himmler, comandante en jefe de las SS, la empresa de buscarlo.

La Iglesia Católica ha ignorado por completo la leyenda, refutando las fuentes que dieron origen al mito por no ser canónicas. Otra razón de esto es que la leyenda tal cual nos llega a nosotros, le confiere a la iglesia Británica (donde José habría escondido el Grial) un origen tan sagrado e ilustre como el de la iglesia de Roma.