La fascinación por el santo Grial.
Esta copa en las tradiciones representa tanto al vaso con el que José de Arimatea recogió la sangre de Cristo crucificado, como al cáliz de la última cena. Alrededor del Grial se han tejido numerosas teorías y conspiraciones, se han escrito novelas de caballerías, tratados cabalísticos y esotéricos. De esta manera, la copa de Jesucristo se ha convertido en el objeto más buscado y más sagrado de toda la historia.
El mito del Grial como objeto de pureza, misticismo y sacralidad tiene su correlato en la mitología celta... el caldero mágico, dador de poder y sabiduría a quien sea su dueño parece ser un prototipo del primero, que será desarrollado para la posteridad en la literatura del Rey Arturo.
En la literatura artúrica, luego de la muerte de Cristo, un importante mercader de la época - José de Arimatea - recogió su sangre en una copa y la llevó a Britania. Hizo construir la abadía de Glastonbury, lo ocultó allí y fundó la Orden del Grial para custodiar no sólo la copa, sino también la lanza que hirió uno de los costados de Jesucristo.
Algunas centurias más tarde, los caballeros de Arturo emprenderían su búsqueda, fracasando casi todos a excepción de uno. En la novela Perceval o el cuento del Grial de Chrétien de Troyes, es Sir Perceval el triunfador de tal empresa. En el Ciclo de la Vulgata de Gautier Map es Sir Galahad, el único caballero casto y puro. En ambos casos, luego de la visión extasiada de los caballeros, ambos mueren.
Producto (o no) de la imaginería medieval, el Grial fue custodiado también por la orden de los Templarios. Estos, de importantísima participación en las cruzadas, no sólo tuvieron a su cargo uno de los tesoros más grandes y codiciados de la época medieval sino también a la copa sagrada, pero se perdió luego de ser enjuiciados.
Surgida mucho antes de El Código Da Vinci, una vieja teoría considera a María Magdalena como la personificación del Grial, no siendo una copa sino su vientre el contenedor de la sangre de Cristo. La teoría de la descendencia divina llevada a las galias (Francia) por Magdalena da el origen etimológico de Santo Grial: derivaría de la conjunción francesa Sang Real o "sangre real". Sin embargo, esta teoría carece de una demostración basada en pruebas reales.
Este mito, llevado a la música por Richard Wagner en su ópera Parsifal - basada en la novela medieval homónima de Wolfram von Eschenbach, se hizo eco en el pensamiento de Adolf Hitler, quién ordenó a Heinrich Himmler, comandante en jefe de las SS, la empresa de buscarlo.
La Iglesia Católica ha ignorado por completo la leyenda, refutando las fuentes que dieron origen al mito por no ser canónicas. Otra razón de esto es que la leyenda tal cual nos llega a nosotros, le confiere a la iglesia Británica (donde José habría escondido el Grial) un origen tan sagrado e ilustre como el de la iglesia de Roma.
6 de agosto de 2007
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3 comentarios:
Un post muy interesante, teniendo en cuenta que se han vertido ríos de tinta sobre el tema y tú has puesto algo de luz en el mismo.
Un saludo.
Un saludo muy cordial para Niklaüss. Este se ha convertido en uno de mis blogs favoritos, en el que siempre encuentro nueva e interesante información sobre temas de los que en muchas ocasiones he quedado con ganas de saber e investigar más.
Muchísimas gracias Bradomino! Espero serle útil por mucho tiempo más.
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