27 de diciembre de 2007

Asombrosas (y fantásticas) teorías del poblamiento americano.

La fascinación que despierta el poblamiento del nuevo mundo es infinita y ha llevado a la elucubración de teorías fantásticas aunque muchas, carentes de demostracion científica. Vale aclarar que la intención de este post no es la crítica ni la burla.

En el siglo XVII basándose en la Biblia, se dió a conocer la teoría que afirmaba que el poblamiento de América se llevó a cabo por las Tribus perdidas de Israel, que habiendo abandonado su tierra hacia el siglo VIII aC., llegaron a nuestro continente hacia el año 500 aC. Esta teoría llegó a tomarse como verdadera durante muchísimos años.

La Teoría Autoctonista del argentino Florentino Ameghino era clara: el hombre era oriundo de las pampas argentinas y de ahí, se había extendido a lo largo del mundo. Esta idea se basaba en el hallazgo de huesos humanos en la región, aunque luego se descubrió el error de datación de los mismos.

Otra hipótesis fue la del Poblamiento Tardío, desarrollada por el investigador Alex Hrdlicka . Este afirmaba que hacia el año 13.500 aC. un grupo de seres humanos provenientes de Siberia, llegaron a América cruzando por el puente de Beringia hacia Alaska. Pero los hallazgos arqueológicos y lingüísticos demostraron que los humanos llegaron mucho antes a estas tierras. Del resultado de esto, surgió la teoría más aceptada: la del Poblamiento Temprano.

Otra de las teorías más fabulosas y que roza lo mítico es la que afirma que antes del hundimiento del continente perdido de la Atlántida, las costas de América Central fueron pobladas por sus habitantes los atlantes. Quienes, a su vez, serían los antepasados directos de Mayas, Toltecas y Olmecas.

Similar es la Teoría Oceánica del francés Paul Rivet, que indica que las culturas que florecieron mayoritariamente en el actual territorio de Perú - que confluyeron en el gran Imperio Inca - son el producto de las oleadas de humanos en canoas procedentes de la Polinesia y de Australia. Esto explicaría un gran interrogante: porqué en Sudamérica hay más vestigios de antiguos asentamientos humanos que en Norteamérica.

Sin embargo, hoy por hoy la teoría más celebrada por la comunidad científica es la que menciono anteriormente, la Teoría del Poblamiento Temprano, que considera que la presencia humana en América se remonta a aproximadamente 70.000 años atrás.

Fuentes: Archivo Personal - Blog de Arturo Gómez Alarcón (http://poblamerica.blogspot.com)

24 de diciembre de 2007

Papá Noel, el arbolito de navidad y los paganos.

Los mayores íconos navideños son, además del niño Jesús, Papá Noel (o Viejo Pascuero en algunos países latinoamericanos) y el pino o Arbol de Navidad. Ambas figuras tienen una larga tradición y la curiosidad es que están más emparentadas con antiguas tradiciones paganas que poco tienen que ver con su valor cristiano.

El obispo Nicolás, griego él, vivió en el siglo IV en Anatolia, actual Turquía. Luego de canonizado sus restos fueron trasladados a la basílica de Bari, en Italia, pasando a ser San Nicolás de Bari. La generosidad se le atribuye por varios motivos, que nos llegan a nosotros a través de cuentos y leyendas.

Una de éstas dice que durante un brote de peste, habría donado todos sus bienes a los necesitados. Otro cuento nos habla de un hombre pobre que no tenía dinero para casar a sus hijas. Nicolás habría entrado a su casa por la ventana - la chimenea sería poco versátil - y depositado oro dentro de las medias de las jóvenes, que estaban secándose al fuego.

El nombre Noel deriva de Nöel, que sería Nicolás y cuya procedencia es Europa del Norte. Y Santa Clauss viene de Sinterklaas, patrono de los holandeses en Nueva Amsterdam (futura Nueva York). Las dos figuras, el Santa Clauss americanizado y el Nöel europeo, se fundirían en una sola figura a la que luego se le agregaría su procedencia del polo norte, sus renos y su trineo.

También los nórdicos europeos celebraban el nacimiento de Frey (dios del sol y la fertilidad) en una fecha próxima a la navidad cristiana. Para llevar a cabo la festividad, adornaban un fresno con cintas. Este árbol representaba a Yggdrasil, que en la mitología nórdica simboliza al universo.

La leyenda nos dice que San Bonifacio, evangelizador de Alemania, para dar fin a esta fiesta pagana cortó el árbol y plantó un pino (nótese que, de hecho, utilizó el mismo objeto de adoración para despertar simpatía en los evangelizados bárbaros). Bonifacio utilizó manzanas y velas como adornos del pino para representar al pecado original y a la luz salvadora de Jesucristo. Estos elementos todavía se pueden ver en cualquier árbol navideño, en la forma de esferas y luces decorativas.

Finalmente, podemos decir que la forma triangular del pino representó de manera clara y pragmática, la santísima trinidad.