31 de agosto de 2007

Caral, la nueva ciudad más antigua de América.

Investigando acerca de los primeros asentamientos en nuestro continente, hace unos meses elaboré un pequeño artículo acerca de Monte Albán, México. En el mismo menciono que es considerada una de las primeras, sino la primera urbe de América, con un registro de antigüedad que se remonta al año 500 aC.

Sin embargo, gracias a un visitante de este blog que me pasó el dato, pude comprobar que entre los años 2627 y 2100 aC. (casi 1500 años antes que Monte Albán) floreció una cultura alrededor de la ciudad de Caral, a 200 km. al norte de Lima, Perú.

Lo sobresaliente es que fue contemporánea a civilizaciones del viejo mundo, como las mesopotámicas, egipcia y china; esto se comprobó mediante el método del carbono 14 en los Estados Unidos.

La ciudad consta de un centro urbano con estructuras monumentales complejas como su Pirámide Mayor - de las 32 que podemos encontrar allí - y templos. Se estima que albergó entre 2000 y 3000 almas.

La construcción de sus pirámides coinciden con la fecha en que los egipcios construyeron las suyas.

29 de agosto de 2007

Las Runas vikingas.

Según la mitología nórdica, fue Odín - su máxima deidad - el descubridor de las runas. Mientras se autosacrificaba con su lanza y se ataba al sagrado árbol Yggdrasil, Odín se rehusó a comer y beber por nueve días. El mito nos dice que pudo así vislumbrar los caracteres rúnicos, trayéndolos consigo al mundo terrenal.

Las runas conforman un sistema de escritura utilizado, principalmente, por los antiguos pueblos escandinavos y germanos. Este sistema recibe el nombre de alfabeto Futhark, nombre dado por sus seis primeros signos:
F, U, TH, A, R y K. En un principio eran labradas en piedra, aunque también luego en madera y arcilla.

Se les atribuyen dos usos: uno práctico (utilizado para escribir) y otro sagrado. En este aspecto, las runas tienen una íntima relación con la magia, el esoterismo y la videncia. Su uso mágico entre los antiguos escandinavos se reservaba únicamente al snorri o druida, pudiendo éste entrar en trance como Odín, develando el destino espiritual de quien se lo pidiese. Portadoras de secretos, poderes ocultos y energía, cada una de las runas tiene un significado y diferentes niveles de lectura.

Las 25 runas del alfabeto reciben los nombres de: fehu, uruz, thurisaz, ansuz, raido, kano, gebo, wunjo, hagalaz, nauthiz, isa, jera, eihwaz, perth, algiz, sowelu, teiwaz, berkana, ehwaz, mannaz, laguz, inguz, dagaz, othila y wyrd.

Etimológicamente, runa se traduce como "el que sabe" en alemán antiguo. Pero la palabra, según estudios, provendría del vikingo Rûn, "secreto" o "adivinanza". Actualmente, son utilizadas como medio de meditación, relajación y camino espiritual por grupos new age.

26 de agosto de 2007

La mala interpretación de la esvástica.
He elaborado este artículo sin la intención de ofender a ninguna persona, de la manera más objetiva posible.

En sánscrito - lenguaje sagrado para el hinduismo, budismo y jainismo - la suastika, o esvástica es un monograma generado por la unión de dos letras: su y astí. Su significado literal es referido a una situación
"muy auspiciosa, de buena suerte". Podemos observar este símbolo en toda la iconografía y el arte de esas religiones.

Dentro del hinduismo, si se la plasma en el sentido de la agujas del reloj, nos representa la evolución del universo (el dios creador Brahmâ). Por el contrario, si es plasmada en sentido antihorario, podemos entenderlo como la involución del universo (el dios destructor Siva).

En el budismo, simboliza el todo y la eternidad. Se las puede apreciar sobre el pecho de algunas estatuas de Buda y, como dato curioso, en los cuellos de la ropa de los niños chinos, como protección contra los malos espíritus. Los 4 elementos básicos del mundo (aire, agua, tierra y fuego) también se encuentran representados en la esvástica.

Cómo llega un símbolo tan universal y sacro a ser utilizado por el nazismo?

Helena Blavatsky, estudiosa de todo lo referido al esoterismo y religiones del lejano oriente, cofundadora de la Sociedad Teosófica y hasta vidente, publicó numerosos trabajos en los que hacía referencia a las razas sobrevivientes del mundo. Entre las primeras figuraban los habitantes de los continentes perdidos de la Atlántida y Lemuria.

La quinta raza, la aria de la India, era el prototipo de invasores de raza blanca, de los cuales los nacionalistas alemanes (anteriores a los nazis) pretendían descender. En un momento social crucial, existían en la Alemania de fines del siglo XIX numerosos grupos volkisch, grupos nacionalistas de carácter ocultista, con rasgos místico-esotéricos.

Estos grupos, como la Sociedad Thule, al tener contacto con los trabajos de Blavatsky y pretender la descendencia aria, tomaron a la esvástica como representación de su raza madre. Influenciado por estas organizaciones, Adolf Hitler adoptó ese símbolo como marca de su régimen nacionalsocialista.