26 de septiembre de 2008

El ágave, tesoro de Mesoamérica.

El género de plantas llamado Agave, que también recibe el nombre de Maguey, es oriundo de México, aunque también se lo puede encontrar al sur de EE.UU. y a lo largo de casi toda América Central. Dentro de este género existen alrededor de 200 especies diferentes.

Esto no tiene mucho que ver con historia, a no ser que sepamos que a las grandes civilizaciones mesoamericanas, el ágave les significó un sinfín de utilidades... y de las más variadas formas.

De la piña o cabeza del ágave, se extraía su jugo para la elaboración de bebidas alcohólicas tales como el mezcal y el pulque, que era la bebida utilizada por sacerdotes en diferentes ceremonias religiosas, el cual servía para una mejor conexión con el panteón mesoamericano.

Pero además de brindar elixires alcohólicos, del ágave o maguey los mexicas y zapotecas obtenían azúcar y una especie de jarabe dulzón. Además las enormes espinas de las pencas servían como clavos y punzones, con los gruesos tallos se hacía vigas y con las hojas, tejas para cubrir los techos o papel. Finalmente, de las fibras, extraían hilos sumamente fuertes para realizar sogas.

Como podemos ver, una planta cien por ciento multiuso.

Fuentes: Wikipedia - Azteca (Gary Jennings).

22 de septiembre de 2008

¿Una sabiduría milenaria?

Desde que la Atlántida fue mencionada por primera vez por Platón, se convirtió en un objeto fascinante y en el catalizador de todo mito o misterio difícil de explicar mediante pruebas concretas. De esta manera, hoy en día el relato de la Atlántida se asocia no sólo con la historia y la geografía, sino también con lo esotérico y lo metafísico.

Pero vamos por partes. Hasta el siglo XIX, el Mito de la Atlántida sólo había sido recuperado por los humanistas renacentistas. Sin embargo, es en esa fecha - segunda mitad del siglo XIX - cuando toma gran importancia en diferentes ramas del saber.

Ignatius Donnelly, escritor y político estadounidense, publica en 1883 su obra Atlantis: The Antediluvian World. En ella, Donnelly plantea la semejanza entre diferentes civilizaciones sin aparente contacto entre sí, como la egipcia y la azteca, justificando que debió existir una civilización madre o cuna de toda la humanidad. Su obra fue muy bien acogida por el público.

Luego vendría la clarividente y ocultista Madame Blavatsky, quien afirmaba que los atlantes habían sido poseedores de una sabiduría antiquísima. La rama ocultista del nazismo retomaría estos estudios, encontrando en la raza aria a los descendientes de aquellos atlantes. El jerarca nazi Heinrich Himmler creó la Deutsches Ahnenerbe, para justificar este concepto y realizar diferentes investigaciones pseudocientíficas.

En campos de la esoteria, la Atlántida es para mí lo que menciono más arriba: un catalizador perfecto para justificar y entender un sinfín de hechos sin explicaciones fehacientes. Por ejemplo, el hecho de que diferentes civilizaciones - Egipcia, Maya, Azteca, Caral, Sumeria - hayan desarrollado colosales estructuras piramidales, encuentra una perfecta justificación en la idea de una sabiduría antigua y heredada. Los que sostienen esto, en general también apoyan la analogía entre Atlántida y el lugar que sirve de gentilicio a los grandes aztecas, Aztlán.

Sea como sea, la Atlántida ha despertado la fascinación en historiadores, cabalistas, arqueólogos y ocultistas por igual. Quizás nunca se sepa de manera fáctica y probada todo lo que se afirma o se supone acerca de esta tierra mágica, pero bien vale la pena preguntárselo.