Personalmente, opino que una forma de negar la historia es eliminar toda prueba de la existencia del mandato de algún enemigo del estado. Esto se ha repetido infinidad de veces, llegando a transformarse en ley entre los romanos.
La Damnatio Memoriae era el decreto por el cual el senado romano eliminaba absolutamente todo lo referido a un mal emperador: monumentos, imágenes acuñadas, etc. Dependiendo del grado de daño ético o material hecho al imperio, también se prohibía el uso del nombre del acusado. Entre los emperadores condenados al olvido están Nerón, Calígula y Diocleciano, entre muchos más.
Incluso en Egipto se realizó una práctica similar. Los egipcios consideraban que todas las personas tenían un Ren o nombre, el cual evolucionaba a medida que la persona obtenía nuevos logros. Un buen faraón gozaba de que su ren siguiera siendo pronunciado, aún después de muerto.
Pero el faraón Akenatón no corrió con igual suerte. Reformó la religión, pasando a ser monoteísta, por la cual se adoraba a un nuevo dios-sol (como era Ra anteriormente) llamado Atón, el disco solar. Esto le valió la oposición de la clase sacerdotal.
También, a raíz de la nueva religión, hubo cambios en lo artístico. Las figuras humanas eran representadas más reales, no desde el clásico perfil que caracteriza al arte egipcio. Todos estos cambios radicales llevaron a considerar a Akenatón una mala influencia y un verdadero enemigo del estado egipcio, por lo que, a su muerte, se ordenó eliminar su ren y sus monumentos más significativos.
23 de octubre de 2007
El error de condenar la historia al olvido.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Calígula es uno de los emperadores mas importantes de Roma, el es también conocido como Cayo César o Calígula, creo que esta información nos refresca en una excelente manera este tipo de historia!
Publicar un comentario