El mito del Ave Fénix.
A lo largo de los años, el Ave Fénix se convirtió en un símbolo de la resurrección física y espiritual, representando el poder del fuego y también de la purificación. Según el mito, tenía el plumaje rojo, anaranjado y amarillo, y habitaba Oriente Medio, India y el norte de Africa.
En la leyenda más difundida, anidaba en el rosal del Jardín del Edén. Cuando Adán y Eva fueron desterrados del Paraíso por un ángel, de su espada saltó una chispa que encendió fuego al ave y a su nido. Sin embargo, por ser la única bestia del Edén que se negó a probar el fruto prohibido, se le concedieron varios dones, como por ejemplo la inmortalidad.
De esta forma - siempre en el campo mitológico - el Ave Fénix obtuvo la capacidad de renacer de sus cenizas. Cuando estaba pronta a morir, ponía un único huevo, que empollaba a lo largo de tres días. Luego, cuando le llegaba la hora, el ave ardía hasta consumirse a cenizas para así resurgir de su propio huevo. La leyenda nos cuenta que este proceso sucedía cada 500 años y, entre otras cosas, dice que sus lágrimas eran curativas.
9 de agosto de 2007
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2 comentarios:
Que curioso el post. No tenía ni idea que el fénix se mencionara en el edén.
Lo de las lágrimas curativas aparece en una peli de Harry Potter, si no recuerdo mal.
Un saludo.
Laura, el ave Fénix no es nombrada en la Biblia. La conexión con el Edén viene del mito popular. Saludos!
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