En la República Argentina no habitó ninguna gran civilización, pero sí la han recorrido gran cantidad de diferentes pueblos y etnias indígenas. Entre otras muchas cosas en común, estos pueblos compartían la creencia en una figura creadora de todo el mundo habitable y en un héroe civilizador. En algunos casos, ambas figuras se fusionaban en una sola.
En las regiones de La Pampa y la Patagonia, los Tehuelches creían en un ser supremo llamado Tukutzual o Kooch (según si habitaban al norte o al sur). El héroe civilizador tehuelche era Elal, que les hizo conocer el fuego, la caza y la vestimenta. Sin embargo, fue Elal también quien condenó a los primeros tehuelches a ser peces por haber violado un tabú sexual. Debido a este mito, los pueblos de esta etnia no practicaban la pesca.
Temaukel era el ser supremo en que creían los Onas, habitantes de las tierras de más al sur. Era el creador del cielo y de la tierra también quien impartía vida y muerte. El héroe civilizador era Kénos, considerado como dador de la tierra y las leyes morales a los hombres.
Mucho más hacia el sur, en las heladas tierras de los Yámana y los Alakaluf, el ser supremo era Watauinewa, conocido como el ancianísimo. Este era un dios civilizador, dueño de todo el mundo, dador de alimentos y de vida, de muerte y de justicia.
Cuando llegaron a las tierras de la Patagonia los grupos de Araucanos provenientes de Chile, traían consigo la creencia en Nguenechen, señor de los hombres, dios creador y dominador absoluto de todas las leyes de la naturaleza. El nguillatún es el rito que actualmente, los descendientes de este pueblo le ofrecen.
En la provincia del Chaco habitaban los Guaikurúes, quienes creían en un ser supremo del que se desconoce su nombre. Además, este pueblo tenía una compleja mitología, en la que convivían tanto los animales como los hombres. También en la región chaqueña, los Matacos respetaban a Tokwaj, una figura civilizadora que les enseñó los secretos de la pesca.
Los Diaguitas - habitantes del norte - establecieron contacto con los pueblos Aymará e Inca. Quizás como producto del contacto con estas civilizacines, una de las figuras más importantes era la Pachamama, la dueña de la tierra. También encontramos a Viracocha y Pachacamac, que aparecen como héroes civilizadores, dadores del fuego, de la agricultura y de las armas.
10 de octubre de 2008
Héroes Civilizadores entre los indígenas argentinos.
Publicado por
niklaüss
3
comentarios
7 de octubre de 2008
Ecos de Túpac Amaru en suelo argentino.
Es sabido que en el año 1780, en la ciudad peruana de Cusco y alrededores, se produjo una enorme rebelión de indígenas, conducida por el gran José Gabriel Condorcanqui (Túpac Amaru).Su discurso era simple: la total libertad de América del yugo español, por medio de la autonomía indígena, la eliminación de la explotación hacia éstos y la liberación de los esclavos. Pero el accionar fue rápidamente neutralizado por las fuerzas españolas. Los rebeldes fueron derrotados en abril de 1781 y los cabecillas ejecutados, entre ellos Túpac Amaru, quien fue cruelmente torturado.
Pero la insurrección indígena llegó mucho mas al sur, haciendo pie en Bolivia y en el territorio argentino.
En el norte de Argentina, hubo alzamientos entre los Diaguitas, aunque fueron aplacados de forma rápida. Pero hacia febrero de 1781, los Tobas de la provincia de Jujuy se rebelaron, junto a grupos de Matacos del Chaco. Sin embargo, los españoles los obligaron a retirarse, provocando grandes pérdidas entre los aborígenes.
El último intento toba-mataco fue apagado definitivamente hacia 1785. Los cabecillas también fueron torturados y condenados a muerte. A muchos indios se les marcó en la cara con un hierro caliente la R de rebelde... y para ultimarlos aún más, casi 90 matacos fueron masacrados.
Sin embargo, la figura de Túpac Amaru sobrevivió, transformándose en mártir e ícono de la libertad, y es reconocida en todo el mundo.
Fuente: Los Hijos de la Tierra (Carlos Martínez Sarasola).
Publicado por
niklaüss
3
comentarios
4 de octubre de 2008
Teoría del Difusionismo.
Según los difusionistas, las civilizaciones se han desarrollado a partir de zonas o núcleos culturales. Estas zonas serían la cuna de culturas primigenias, innovadoras y expansionistas que difundieron su sabiduría a lo largo de la historia.
Pero hay algo que debemos tomar muy en cuenta: estos desarrollos no se han dado de manera espontánea y aislada, sino que las civilizaciones resultantes de estos núcleos siempre han sido producto de los intercambios entre los distintos grupos culturales inferiores, ya sea a través del comercio, las migraciones o incluso las guerras.
El británico Grafton Elliot Smith consideró al Antiguo Egipto como el origen absoluto de todas las civilizaciones del planeta. Hubo también quienes aseguraron - en un plano más ocultista y esotérico - que esta civilización madre yacía en el fondo del Atlántico, en las ruinas de Atlantis.
En cambio William Schmidt y Fritz Graebner promovieron una idea policéntrica. Ellos afirmaban que eran posible los florecimientos culturales en diferentes partes del mundo, pero en forma casi simultánea. De esta manera, estos diferentes núcleos de desarrollo se habrían dado en las cuencas de grandes ríos y mares como el Eufrates y Tigris, Nilo, Amarillo, Indo y el Mediterráneo. En cambio en América, laz zonas de difusión cultural más importantes se asentaron en Mesoamérica y los Andes.
Además de lo anterior, el australiano (y marxista) Vere Childe consideraba que los grandes grupos humanos - se centró en los pueblos indoeuropeos - cambiaban de acuerdo a las características sociales.
Quizás el defensor más conocido del difusionismo haya sido el explorador noruego Thor Heyerdahl. La expedición Kon-tiki, a bordo de una balsa construída con materiales naturales de Sudamérica, demostró que era posible que los nativos sudamericanos hayan llegado a las islas de la Polinesia. También intentó demostrar la posibilidad de contacto entre el Antiguo Egipto y América, pero este fascinante explorador será más desarrollado en otro post.
Fuentes: Wikipedia - Archivo Personal.
Publicado por
niklaüss
0
comentarios
26 de septiembre de 2008
El ágave, tesoro de Mesoamérica.
El género de plantas llamado Agave, que también recibe el nombre de Maguey, es oriundo de México, aunque también se lo puede encontrar al sur de EE.UU. y a lo largo de casi toda América Central. Dentro de este género existen alrededor de 200 especies diferentes.
Esto no tiene mucho que ver con historia, a no ser que sepamos que a las grandes civilizaciones mesoamericanas, el ágave les significó un sinfín de utilidades... y de las más variadas formas.De la piña o cabeza del ágave, se extraía su jugo para la elaboración de bebidas alcohólicas tales como el mezcal y el pulque, que era la bebida utilizada por sacerdotes en diferentes ceremonias religiosas, el cual servía para una mejor conexión con el panteón mesoamericano.
Pero además de brindar elixires alcohólicos, del ágave o maguey los mexicas y zapotecas obtenían azúcar y una especie de jarabe dulzón. Además las enormes espinas de las pencas servían como clavos y punzones, con los gruesos tallos se hacía vigas y con las hojas, tejas para cubrir los techos o papel. Finalmente, de las fibras, extraían hilos sumamente fuertes para realizar sogas.
Como podemos ver, una planta cien por ciento multiuso.
Fuentes: Wikipedia - Azteca (Gary Jennings).
Publicado por
niklaüss
2
comentarios
22 de septiembre de 2008
¿Una sabiduría milenaria?
Desde que la Atlántida fue mencionada por primera vez por Platón, se convirtió en un objeto fascinante y en el catalizador de todo mito o misterio difícil de explicar mediante pruebas concretas. De esta manera, hoy en día el relato de la Atlántida se asocia no sólo con la historia y la geografía, sino también con lo esotérico y lo metafísico.
Pero vamos por partes. Hasta el siglo XIX, el Mito de la Atlántida sólo había sido recuperado por los humanistas renacentistas. Sin embargo, es en esa fecha - segunda mitad del siglo XIX - cuando toma gran importancia en diferentes ramas del saber.Ignatius Donnelly, escritor y político estadounidense, publica en 1883 su obra Atlantis: The Antediluvian World. En ella, Donnelly plantea la semejanza entre diferentes civilizaciones sin aparente contacto entre sí, como la egipcia y la azteca, justificando que debió existir una civilización madre o cuna de toda la humanidad. Su obra fue muy bien acogida por el público.
Luego vendría la clarividente y ocultista Madame Blavatsky, quien afirmaba que los atlantes habían sido poseedores de una sabiduría antiquísima. La rama ocultista del nazismo retomaría estos estudios, encontrando en la raza aria a los descendientes de aquellos atlantes. El jerarca nazi Heinrich Himmler creó la Deutsches Ahnenerbe, para justificar este concepto y realizar diferentes investigaciones pseudocientíficas.
En campos de la esoteria, la Atlántida es para mí lo que menciono más arriba: un catalizador perfecto para justificar y entender un sinfín de hechos sin explicaciones fehacientes. Por ejemplo, el hecho de que diferentes civilizaciones - Egipcia, Maya, Azteca, Caral, Sumeria - hayan desarrollado colosales estructuras piramidales, encuentra una perfecta justificación en la idea de una sabiduría antigua y heredada. Los que sostienen esto, en general también apoyan la analogía entre Atlántida y el lugar que sirve de gentilicio a los grandes aztecas, Aztlán.
Sea como sea, la Atlántida ha despertado la fascinación en historiadores, cabalistas, arqueólogos y ocultistas por igual. Quizás nunca se sepa de manera fáctica y probada todo lo que se afirma o se supone acerca de esta tierra mágica, pero bien vale la pena preguntárselo.
Publicado por
niklaüss
2
comentarios
18 de septiembre de 2008
Jesús y la simbología del pelícano.
En muchas iconografías y grabados que adornan libros y cuadros, podemos encontrar a Jesús crucificado y muy cerca de él - a sus pies o posado en la cruz - un pelícano. La figura de este pájaro abunda en bestiarios medievales, en los cuales se lo retrataba de una manera un tanto particular, relacionándolo intimamente con la figura de Cristo. Allí se describía al pelícano como capaz de alimentar a sus crías con su propia carne y sangre, si el alimento escaseaba. Con su fuerte y punteagudo pico se abría el pecho y de esta manera las crías bebían su sangre. Esto dio base al simbolismo de representar el concepto de la eucaristía - y al mismísimo Jesucristo - con el pelícano.
También, quizás como derivado de aquél simbolismo, existe un relato que nos habla de la muerte de las crías por pelearse entre sí. Al tercer día llegará al nido la madre pelícana, que se abrirá el pecho a picotazos, para bañar en sangre a los pequeños y devolverles la vida.
Publicado por
niklaüss
1 comentarios
16 de septiembre de 2008
Por Bolivia, Latinoamérica y por la paz.
Lo que está sucediendo en Bolivia no deja de afectarnos como latinoamericanos. Se está derramando la sangre inocente de campesinos y trabajadores. Muchas voces se han alzado, culpando al capitalismo imperialista impuesto por EE.UU., mientras que otras lo han hecho en contra del proyecto indígena del presidente Evo Morales.
En mi opinión, en estos casos se tiende a confundir el apoyo a una causa prolatinoamericana con abrazar tendencas socialistas o hasta de extrema izquierda. Ni uno ni lo otro. Yo no soy socialista, pero no por eso estoy de acuerdo en que el capitalismo imperialista ande dando vueltas por estas tierras con intenciones colonialistas.Incluso me han llegado a decir que, como por mis venas corre sangre europea -belga, italiana, irlandesa- no debo opinar o emitir juicios sobre conflictos americanistas... allá ellos, los dueños de semejante juicio!
Lo más importante de todo esto, es que haya paz y justicia. Por Bolivia y por América Latina, nuestro suelo.
Publicado por
niklaüss
4
comentarios